La ex-jugadora de baloncesto habla de su experiencia en el #InspirationDay de Womenalia
Amaya Valdemoro dijo adiós a las pistas de baloncesto tras proclamarse Campeona de Europa el pasado verano en Francia. En esta primera temporada alejada de la canasta ha participado como comentarista de los partidos de Euroliga para Canal+, además, de trabajar para la FEB y ser embajadora del Mundial de baloncesto masculino que se celebrará en nuestro país este verano.
En este encuentro organizado por Womenalia (1ª Red de Networking mundial de mujeresprofesionales), la ex-alero comenta que siempre tuvo claro que quería ser deportista y que su padre no le dejó hacer deporte hasta los 8 donde empezó haciendo atletismo […] Me dijeron que si quería hacer una prueba en un equipo de baloncesto y hasta hoy. Ha sido todo muy rápido, estoy muy agradecida a la vida a las cosas que el deporte me ha hecho vivir y no lo cambiaría por nada. He tenido mucha suerte.
Preguntada por la importancia del deporte y los valores que transmite comenta que el deporte es fundamental no solo para tener un sueño y ganar una medalla olímpica o un campeonato. El deporte te enseña a compartir, te da empatía, constancia, esfuerzo, superación. Te enseña a superarte a uno mismo […] A mis primos, a mis sobrinos, que se diviertan y luego ya la vida te pondrá en el lugar que tú quieres.
Hay que recordar que los deportistas sacrificamos muchas cosas a lo largo de la vida. […] La gente se piensa que todo está bien pero los deportistas no son superhéroes. Es por ello que el círculo que les rodea tiene que estar ayudándonos, apoyándonos en los demás. Apoyarte en los compañeros, en los entrenadores y en la familia. La familia en mi caso ha sido fundamental en mi vida. Hay que recordar que Amaya Valdemoro perdió a su madre cuando la ex-jugadora tenía tan solo 18 años y se emociona al recordarla.
Habla de la inestabilidad de las jugadoras de baloncesto, donde firman año a año y sin saber qué va a pasar dentro de unos años. Explica que ha tenido mucha suerte de haber disfrutado de diferentes culturas y de cómo se vive el deporte en todos esos países (Turquía, Rusia, Estados Unidos y Brasil) y eso ha sido gracias a la importancia de saber elegir unida a la del talento.
Amaya se considera una privilegiada por todo lo que le ha dado el deporte pero da un toque ya las mujeres generamos a partir del triunfo sino no somos noticia. El baloncesto no me ha dado para vivir de las rentas.
Durante la charla también hay tiempo para que la madrileña hable sobre la rotura de las dos muñecas que a punto estuvo de costarle la retirada. Esto que me pasó 14 meses antes de retirarme ha sido una de las experiencias vitales más fuertes que me han pasado en mi vida. Una mujer independiente como yo […] no podía ir al baño, cocinar, no puedes levantar una persiana. Te das cuenta que a veces eres muy egoísta […] Tuve que dejar de ser una superwoman y pedir ayuda para todo. Yo no me podía retirar con dos muñecas rotas. Retirarme por una lesión no entraba en mis planes. Los médicos le comentaron a Amaya Valdemoro que no iba a volver a jugar y que los plazos de recuperación se establecían en 8 meses pero 4 meses después ya estaba sobre una pista anotando un tiro libre en su reaparición.
El momento de la retirada fue complicado ya que desde los 14 años ha estado fuera de casa, entrenando mañana y tarde. Me he dedicado a meter el balón en una canasta, ¿cómo no voy a tener miedo?