Conocemos un poco más a Valérie Garnier, seleccionadora de Francia
Valérie Garnier es la seleccionadora de Francia desde el año 2013. Con ella, la selección francesa se ha convertido en uno de los referentes mundiales en el baloncesto femenino. Quizás, el único borrón en su trayectoria como seleccionadora haya sido el cuarto puesto de Río 2016 cuando el objetivo era estar en la final.

Ahora y tras la finalización del Eurobasket de República Checa tendrá que pensar cómo organizar al conjunto francés tras las retiradas de dos piezas tan importantes como lo han sido Celine Dumerc y Gäelle Skrela.
Pero, vamos a retroceder un poco. Nos marchamos a 1982 cuando Garnier tenía 17 años y se encontraba jugando un partido de cadetes. Por allí, se encontraba Alain Jardel, entrenador de Midi-Pyrénées que se fijó en ella porque «era muy inteligente. Tenía una visión de juego especial y los ángulos que obtenía para sacar los pases eran especiales». Jardel consiguió convencer a Valérie para que entrara a formar parte de la disciplina de BAC Mirande en Gers. En 8 años, levantó como jugadora tres títulos de liga.
Según iban avanzando los años, Garnier tenía claro que quería dedicarse a entrenar. De hecho, tras los partidos siempre le pedía los vídeos a Alain Jardel para analizarlos. Tras colgar las botas, Garnier cogió la pizarra y durante 7 años dirigió a Carqueiranne, donde consiguió un ascenso. Poco a poco, se fue haciendo hueco en el baloncesto francés y tras su paso por Montpellie y Toulouse Métropole Basket, llega a Bourges donde ha conseguido hasta el momento 3 ligas y una Eurocup.
Su experiencia en el banquillo también toca a la selección francesa donde fue ayudante entre 2004 y 2006 bajo la dirección de Alain Jardel y de 2012-2013 con Pierre Vincent. Hasta que en agosto de 2013, la Federación Francesa de Baloncesto (FFBB) puso toda su confianza en Valérie Garnier. Confianza que se ha extendido hasta 2020. De hecho, ella ha sido la única mujer dirigiendo desde los banquillos en este Eurobasket.
Garnier se muestra encantada con la decisión que tomó en su momento ya que «adoro esta vida». Además, destaca que «un entrenador no es nada sin sus jugadores».